
El avión Learjet 55 con matrícula mexicana que se accidentó en enero pasado en Filadelfia y cobró la vida de siete personas, estaba en comunicación con la torre de control de tráfico aéreo en el momento del accidente y nunca emitió una llamada de emergencia.
Esta información se detalla en un reporte preliminar del accidente que emitió la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), mismo en el que se informa que la grabadora de voz de cabina (CVR) no estaba funcionando y probablemente no lo hacía desde hace años.
El 31 de enero pasado a las 18:06 locales el avión, con dos pilotos, dos miembros del equipo médico y dos pasajeros, despegó de la pista 24 del Aeropuerto del Noreste de Filadelfia con rumbo al Aeropuerto Nacional de Springfield-Branson, en Missouri. El avión estaba operando como un vuelo de ambulancia aérea bajo la Parte 129 del Código de Regulaciones Federales de los Estados Unidos, Título 14.
Luego de un minuto de vuelo y una altitud de 388 metros sobre el nivel del mar, la aeronave se desplomó en una zona residencial y comercial.
Los seis ocupantes del avión fallecieron, al igual que otra persona en tierra, mientras cuatro más resultaron gravemente heridas y otras 20 tuvieron heridas leves.
“El campo de escombros se extendía aproximadamente 1,410 pies de largo (429 metros) y 840 pies de ancho (256 metros), orientado en un rumbo magnético de aproximadamente 150°. El avión impactó un letrero comercial durante su descenso, y el ángulo de descenso calculado, basado en la altura del daño observado en el letrero, fue de aproximadamente 22°. Los restos del avión estaban altamente fragmentados. Los escombros penetraron en numerosas casas, edificios comerciales y vehículos en la zona, provocando daños extensos por fuego e impacto”, se puede leer en el informe de la NTSB.
Además de la grabadora de voz de cabina que no funcionaba, la aeronave estaba equipada con un Sistema Mejorado de Alerta de Proximidad al Terreno (EGPWS), el cual fue enviado al fabricante para ser evaluado y determinar si se pueden recuperar datos de vuelo relevantes.
El reporte también informa que las condiciones meteorológicas al momento del accidente incluían “un techo nublado a 400 pies sobre el nivel del suelo, viento de 220° a 9 nudos y visibilidad de 6 millas terrestres”.
El piloto al mando del Learjet 55 tenía certificado de transporte de línea aérea con habilitaciones para aviones multimotor terrestre y avión por instrumentos, también contaba con un certificado médico emitido por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC); el operador informó que había acumulado 9,200 horas totales de experiencia de vuelo.
El copiloto contaba con un certificado de piloto comercial con privilegios de avión monomotor terrestre, multimotor terrestre y por instrumentos. También poseía su certificado médico emitido por la AFAC y el operador informó que había acumulado 2,600 horas totales de experiencia de vuelo. Ambos pilotos tenían una habilitación de tipo para el Learjet 55.
El informe preliminar finaliza diciendo que los restos del avión fueron recuperados del lugar del accidente y se mantuvieron para un examen posterior.
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