Vaya problema el que se avecina para la Agencia Federal de Aviación (AFAC), debido al apresuramiento con que están queriendo asumir la absorción de Medicina de Aviación dentro de sus atribuciones. A esto se añade el poco presupuesto que tiene la agencia y que se refleja en el lamentable estado de sus instalaciones de expedición de licencias.
Una circular obligatoria, la CO DMED-08/22, emitida desde antes de que fuera aprobada la nueva Ley de Aviación Civil, fue puesta en práctica a partir de que dicha ley fuera aprobada por el Senado de la República en la ya célebre sesión maratónica de Xicoténcatl.
Al entrar en vigor, la circular permite a las autoridades de AFAC hacer efectivas sus atribuciones en materia de medicina de aviación, pero con el agravante de que no tienen los recursos para que esto se haga de una manera eficiente.
De entrada, la AFAC soltó en su página de internet la advertencia de que, a partir de hoy lunes 8 de mayo, se cancelan los médicos terceros autorizados que hasta ahora estaban facultados para hacer los exámenes médicos de los tripulantes. Por ahora, además, la AFAC apenas cuenta con 6 unidades médicas (Guadalajara, Aeropuerto de Toluca, AICM, Cancún, Monterrey y CDMX) y -dicen- el 15 de mayo habrá otras 6 para hacer un total de 12 en todo el país.
Uno de los pequeños problemas es que, según la circular, deberían contar con médicos examinadores, lo que implica que tengan instrucción en medicina aeronáutica. De acuerdo con los entendidos, esta especialidad toma al menos 2 años de estudios y en México no existen estos profesionales de la salud en número suficiente.
Pero lo peor es que los tripulantes que han pretendido entrar a la página de la AFAC para lograr una cita en alguna de las unidades médicas sin lograrlo. Al final, en la página del gobierno se lee la inscripción: “En gob-mx queremos brindarte la mejor experiencia, por loque los sitios de GOBMX no se encuentran disponibles, debido a que estaremos realizando maniobras de mantenimiento”.
Como, además, cada tripulante debe presentarse con los exámenes médicos que se les piden y que por cierto la lista correspondiente de pruebas no coincide en todo con lo que estipula la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el asunto se complica porque deben tener todo antes de acudir a la cita y es muy complicado obtenerla.
El problema se presentará cuando los pilotos quieran presentarse a volar y no cuenten con sus documentos en regla. El responsable será la AFAC pero las empresas castigarán a los tripulantes por no presentarse a volar.
De hecho, muchos pilotos están pensando en hacer paros y manifestaciones para hacerle entender a las autoridades que las circulares deben entrar en vigor, pero la adecuación debe ser gradual hasta que el sistema funcione.
Otro problema es que en el Departamento de Licencias no se cuenta con los plásticos para elaborar las licencias revalidadas. El asunto es que no hay dinero.
Y la cereza del pastel: dicen que la Ley no dice lo que dice. En el artículo 2 de la Ley de Aeropuertos recién aprobada hay un error que no es menor, aunque se quiera minimizar. No es lo mismo decir: “Únicamente los aeródromos civiles que tengan carácter de aeropuerto pueden prestar servicio a las aeronaves de transporte aéreo regular”, como estaba escrito en la ley de 2021, y que significa que las operaciones regulares sólo pueden hacerse en los aeropuertos que decir: “Los aeródromos civiles que tengan el carácter de aeropuerto únicamente pueden prestar servicio a las aeronaves de transporte aéreo regular”, como se publicó en la Ley de Aeropuertos aprobada la semana antepasada y publicada el 3 de mayo pasado. Esta última frase significa que los aeropuertos SÓLO pueden prestar servicios a las aeronaves de transporte aéreo regular.
NI ES LO MISMO, NI ES IGUAL.
Esto sólo muestra las prisas con que se aprobaron las leyes en ese histórico maratón legislativo. Y una errata en un periódico o en un sitio de noticias y opiniónweb no le hace daño a nadie, pero el Diario Oficial es otra cosa.
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