Desde Palacio Nacional se ha desarrollado un espectáculo digno de recordar a aquel programa cómico llamado “Ensalada de locos”, ahora en su programa mañanero una nueva versión.
Primer acto:
Y ¿por qué no nombrar así todo lo que, en pocos días, ha estado ocurriendo con la aviación mexicana? Su show mañanero contempla, en primer plano, un caos generado por el plan de relocalizar a las compañías aéreas de carga al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
En plena desesperación porque funcione su aeropuerto, el inquilino de palacio ha hecho y deshecho todo lo que ha estado dentro de su poder presidencial, desde pedirles al presidente norteamericano, Joe Biden, y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que utilicen su aeropuerto, hasta decretar que las compañías aéreas de carga lo utilicen a pesar de la falta de certificaciones, instalaciones, almacenes, refrigeradores e infraestructura, sin mencionar las vialidades que se necesitan, además de exigirles que inviertan de su bolsa para la transición y que lo hagan en tiempo récord de 90 días. Su programa cómico hace énfasis en la burla que, desde el podio, hace el presidente a las compañías aéreas de carga, cuando éstas le explican que la transición debe ser paulatina y completada en 360 días como mínimo, debido a su complejidad.
Segundo acto:
La amenaza a las aerolíneas mexicanas que, so pena de no usar su aeropuerto, el inquilino de palacio se verá en la necesidad de otorgar el cabotaje en México, a sabiendas de su inconstitucionalidad y de la amenaza que esto representa, no solo para la soberanía aérea del país, sino a la conectividad en la red aérea, que ha tardado más de 50 años en lograrse desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y que, por la terquedad de imponer su ley, destruyó el proyecto Norman Foster del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), generando una deuda y costo del AIFA de no menos de 430 mil millones de pesos en su conjunto. La respuesta de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) sobre el tema de cabotaje no se hizo esperar, al informar que no se quedarían con los brazos cruzados, al unísono de todos los sindicatos y fuerza laboral del país.
Tercer acto:
Mientras las autoridades hacen todo lo posible por devolvernos a la categoría I y las aerolíneas mexicanas empiezan con la reconstrucción de su mercado, las aerolíneas norteamericanas ya han logrado posicionar su mercado aéreo, utilizando a todo vapor el tiempo que hemos perdido al no invertir ni hacer lo necesario para remediar su regreso.
Las inversiones de este gobierno se han canalizado en comprar la marca Mexicana de Aviación, para crear supuestamente una aerolínea manejada por militares con dinero público y beneficio a ellos y sus pensiones.
Las ocurrencias continúan por día, llevando a la incertidumbre el derrotero de la destrucción a nuestra aviación, pareciera que un grupo de inexpertos se ha dedicado a dar consejos erróneos a problemas complejos que solo los verdaderos profesionales podrían resolver.
Restan 20 meses y una semana antes de que el sexenio del presidente Lopez Obrador termine; espero que la reconstrucción bajo el siguiente mandato presidencial, que seguramente será de oposición, sea fructífera y tranquila como todos los mexicanos esperamos.
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