Este sería un nuevo intento, pero podría ser el bueno y definitivo. Se trataría de que, en vez de contratar a empresas establecidas en Estados Unidos, que tienen pretensiones millonarias en dólares y realmente no saben conducir una aerolínea de forma sana y eficiente, el gobierno federal, a través de la Sedena, contacte a los extrabajadores de Mexicana, cuya experiencia está probada, para que -ellos sí- saquen adelante la misión de reflotar a la empresa.
Y es que, aun cuando han pasado ya muchos años desde aquel 28 de agosto de 2010 en que la Primera Línea Aérea de Latinoamérica dejó de volar, muchos de sus trabajadores no sólo siguieron activos en otras aerolíneas (hasta en China y Arabia Saudita) y mantienen sus capacidades y experiencia. Este es un acervo que no debería despreciarse, pues ya está visto que la aviación civil es una especialidad y que debe dejarse en manos de los que saben.
Este sería un primer paso que no debería pasarse por alto. Si se trata de contratar a quien conoce cómo funciona la aviación comercial, nada mejor que quienes durante tantos años sacaron adelante a la vieja Mexicana y que después, contra viento y marea, mantuvieron en alto el espíritu que la animaba.
Otro punto importante es que la nueva Mexicana no debería estar enfilada a competir por las mismas rutas y el mismo mercado, con las aerolíneas que ya están operando Aprovechando que su sede está en el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, sería una buena idea que tomara una vocación de conectividad regional, uniendo aquellas plazas que, o están desconectadas o tienen muy poca relación con el resto de la red.
Una vez visto que las aeronaves Boeing 737-800 son difíciles de conseguir, en especial ahora que la armadora de aviones estadounidense atraviesa por tantos problemas, lo que ha provocado que su ritmo de producción se reduzca al punto que las aeronaves que están en el mercado sean más solicitadas y por lo tanto son más caras y escasas. Se puede pensar en otro modelo de negocios, más racional y con una vocación de servicio social que -se supone- es su razón de ser, si atendemos a lo que dice la nueva Ley de Aviación Civil que le permite a las fuerzas armadas contar con una asignación para operar una aerolínea, es decir, la nueva Mexicana.
Un tercer tema es que habría que buscar la aeronave crítica para dar el servicio. Se dice que ya hay acuerdo con Embraer para adquirir algunos aviones, aunque habría que racionalizar también esta decisión para no ir en pos de tantas aeronaves que no haya modo de llenarlas, porque lo que es un hecho es que -pese a la dificultad que entraña- es más fácil conseguir aviones que vender asientos.
No estaría mal que le echaran un ojo a las propuestas que, en su momento, hicieron los pilotos aviadores para utilizar las aeronaves que Aeromar estaba dejando en tierra una vez que cesaron sus operaciones. Se trataba de 8 aviones ATR-72 bastante recientes y algún ATR-42 de los más antiguos de esa aerolínea, con los que era posible cubrir rutas hacia aeropuertos que quedaron sin conectividad. Las propuestas están ahí y las necesidades de apoyo también. Ojalá lo consideren.
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