Se acerca el momento en que llegará a su fin la larga lucha de los trabajadores de Mexicana de Aviación. El resultado, si bien es un simbólico resarcimiento de los daños que sufrieron 8,650 trabajadores y sus familias que durante 13 años esperaron justicia, reparación del daño y una nueva oportunidad para la Primera Línea Aérea de Latinoamérica, viene a ser como “de lo perdido lo que aparezca”, pero dista de ser un buen final.
Y dista de serlo sobre todo porque al mismo tiempo que se declara el pago de 815 millones de pesos a repartir entre todos, se anuncia que la nueva Mexicana de Aviación, en manos de la Sedena, tendrá un presupuesto de 4,000 millones de pesos para operar con 10 aviones Boeing 737-800 que serán arrendados y cubrirán -se dijo- 20 rutas. La mayoría de las rutas mencionadas conectarán al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con plazas en donde ya están compitiendo las aerolíneas troncales, aunque se mencionó que para aeropuertos más restringidos hay un programa de expansión que permitirá que el avión crítico (B-737) entre cómodamente en las nuevas pistas.
Lo interesante también fue la algo vaga explicación acerca de la rentabilidad de la nueva aerolínea pues “va a depender de la actividad que realicemos”, dijo el general secretario de la Defensa y en la medida en que haya más horas voladas se obtendrían los recursos para llegar al punto de equilibrio (sic). Es decir, la nueva Mexicana iniciará con 10 aviones que todavía no se sabe si tendrán ocupación completa.
Algo que valdría le pena preguntarse es por qué si ahora se van a destinar 4 mil millones de pesos a la operación de la nueva Mexicana con recursos del erario, no fue posible que a inicios del sexenio se destinara esa cantidad (más o menos 235 millones de dólares, según Banxico) a hacer viable la promesa de apoyo a los extrabajadores de Mexicana de Aviación para reflotar esta aerolínea. Es más, ni siquiera fue posible que se les otorgara un crédito de Bancomext, ni ninguna de las opciones viables que se fueron presentando al gobierno a lo largo de estos años, antes de que la mayor parte de los extrabajadores de Mexicana llegara a la edad de retiro.
Por eso es que este final dista mucho de ser el mejor y en ese sentido -sin quitarle mérito al magro resarcimiento- podemos decir que la oferta pudo ser mucho más generosa y con ello hubiera resurgido la verdadera Mexicana, la que contenía el espíritu de su gente.
Por lo pronto habrá que ir siguiéndole la pista a la nueva Mexicana, sus tripulaciones que, recordemos, deben estar integradas por pilotos mexicanos por nacimiento, para estar acorde con lo que dice la Constitución, el cumplimiento de las leyes en la materia para obtener el Certificado de Operación Aeronáutica (AOC) que implica cubrir los requisitos de viabilidad técnica, administrativa, jurídica y financiera. Y algo muy importante: que los precios 20% más bajos no impliquen prácticas anticompetitivas. De lograrse, sería una muy buena noticia.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: [email protected]
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