En 2018, el actual Presidente de México y sus principales funcionarios, ofrecieron a los ex trabajadores de la Compañía Mexicana de Aviación su apoyo para buscar una salida al problema que arrastran desde el 28 de agosto de 2010. Ahora, se cumplen 12 años de que esta compañía realizó su último vuelo, en un hecho que nadie podía creer, pues el gobierno de aquel entonces permitió e, incluso, alentó la desaparición de la Primera Línea Aérea de Latinoamérica.
A la fecha, la aerolínea no sólo no volvió a volar, como se prometió desde la época en que Javier Lozano era secretario de Trabajo y Molinar Horcasitas titular de la SCT, sino que ni siquiera se ha podido resarcir el daño económico a los trabajadores, a pesar de que se han buscado cientos de alternativas para hacerlo.
Al margen de las luchas que se dieron entre 2010 y 2018, sólo en lo que va de la presente administración se les ha solicitado a los trabajadores de Mexicana de Aviación que se constituyan como una Sociedad Cooperativa, supuestamente como una alternativa de solución.
Hace meses que el actual gobierno, a través del Instituto Nacional de la Economía Social, ha “orientado” a algunos trabajadores en la filosofía cooperativista (lo que sea que ellos entiendan por filosofía cooperativista). En la mesa se han formulado tres proyectos: una empresa prestadora de servicios de carga, una prestadora de servicios turísticos y una más que ofreciera servicios de vuelos Chárters.
Pese a que en la realidad no se ha logrado ningún avance, a fin de cuentas se logró unificar a todos los interesados en una sola sociedad cooperativa, que a la fecha ya está debidamente constituida conforme a la Ley mexicana y ante notario público, lo que no es menor vistas las muchas diferencias entre los diversos grupos de trabajadores, pero hoy esperan que desde Presidencia les cumplan con la oferta: impulsar este proyecto en el que participará el capital humano de Mexicana de Aviación.
Cabe decir que, el propio gobierno, les presentó al empresario Salvador Álvarez como posible inversionista, de quien lo último que se supo es que sería sustituido de la dirigencia de Altan Redes, empresa privada que tiene la concesión de la Red Compartida, y a la que el Gobierno mexicano está por rescatar financieramente a través de la banca de desarrollo, es decir, recurso público. A decir de los trabajadores, Álvarez estaría esperando un apoyo similar al de Altan Redes, es decir, con una especie de rescate que, no obstante, se ve difícil.
La Subsecretaría del Transporte ha ofrecido apoyo en la parte técnica, la Secretaría de Gobernación les ha requerido una serie de documentos relacionados con la empresa; una vez más, el paso siguiente depende del pronunciamiento del Ejecutivo Federal, pero la respuesta fue remitirlos a la Agencia Federal de Aviación Civil, la cual ofreció también apoyo.
Sin duda, por ofertas de apoyo no paramos. Lo malo es que, del dicho al hecho, ha habido un trecho de 12 años.
Y una vez más: Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: [email protected]
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