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01/12/2024

Pérdida accionaria de 17 mil 512 mdd por cancelación del NAICM

Francisco Pazos / Martes, 30 Octubre 2018 - 11:06
Moody’s otorga calificación de “bonos basura” al mecanismo de financiamiento de la obra en Texcoco

Tras el anuncio de este lunes sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), el mercado accionario mexicano fue castigado con una pérdida de 4.2%, mientras que la agencia calificadora Moody’s rebajó a un grado casi especulativo la clasificación de solvencia de los bonos de deuda emitidos para financiar la construcción del proyecto en Texcoco.

En primer lugar, la decisión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de abandonar la megaobra de infraestructura que acumula casi un tercio de avance, provocó que las pérdidas globales del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) sumaran 17 mil 512 millones de dólares.

Esto significó un 32% más que los 13 mil 300 mdd de presupuesto estimado para todo el proyecto.

Paralelamente, Moody’s cambió su calificación de Baa1 (estable) a Baa3 (pendiente de revisión) a los llamados bonos verdes por 6 mil mdd, recursos que irían a la obra en Texcoco. Y advirtió que podría bajar aún más el nivel de solvencia.

Recordemos que estas notas de deuda a su vez están respaldadas por el impuesto aeroportuario (TUA) que pagan los usuarios del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Cuestionado sobre los posibles impactos financieros mientras realizaba el anuncio de cancelación del NAICM, López Obrador consideró que cualquier golpe a los mercados sería un efecto “normal” y que las cosas se estabilizarían.

Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que la administración entrante tendría que “hacer frente al pago de compromisos, los cuales, probablemente, requerirán recursos fiscales adicionales".

¿Efectos imprevistos?

En un análisis previo a los hechos de ayer, Moody’s había estimado que la cancelación del NAICM y los costos asociados (estimados en 100 mil millones de pesos) no impactaría gravemente en las finanzas nacionales, aunque sí sería una “bandera amarilla”.

En ese entonces, la agencia calificadora apuntó que sí se afectaría la reputación del país en cuanto a que sería una señal de que no se respetan los contratos para proyectos de infraestructura, confianza que el Gobierno de López Obrador requerirá para obras como el Tren Maya e incluso para la construcción del aeropuerto en Santa Lucía, que fue la alternativa al NAICM votada por el 69.9.% de los participantes a la consulta nacional.

En este mismo sentido se pronunció José Oriol Bosch, director general de la BMV, quien advirtió que si la consulta nacional favorecía la opción AICM-Santa Lucía (como sucedió), de inmediato se verían escenarios de incertidumbre y volatilidad en los mercados.

Respecto al panorama cambiario (con el dólar superando la barrera de los 20 pesos ayer), un reporte emitido el 26 de octubre pasado por Banco BASE advirtió a los participantes del mercado que “la decisión sobre el futuro del NAICM será vista como un acto unilateral por parte del nuevo gobierno”.

El Banco de México también se pronunció previo al cierre de la última jornada de la consulta, señalando que este ejercicio debería promover la certeza y confianza de los mercados ante las presiones externas.

Este clima de incertidumbre se acrecentó el 19 de octubre cuando la calificadora Fitch Ratings degradó la nota de Petróleos Mexicanos a negativa desde estable, ante los planes en materia energética anunciados por el Gobierno entrante.

Impactos micro y macroeconómicos

La cancelación del NAICM en Texcoco, proyecto en el que se han invertido alrededor de 120 mil millones de pesos, parece haber abierto ya la puerta a la fuga de capitales, así como al aumento en el índice de riesgo que calificadoras y organismos internacionales tienen de México, consideró el internacionalista, José Medina.

En entrevista con A21, el especialista apuntó que el impacto sería aún mayor si se considera que la decisión de cancelar Texcoco fue tomada con base en una consulta ciudadana convocada por un Gobierno que todavía no es constitucional, y con la aparente “venia” de la administración actual del presidente Peña Nieto.

“Se le enviaría un mensaje a los mercados de que México no es estable, porque un día dice una cosa y mañana dice otra. Se tienen efectos en el mercado financiero que son secundarios. Tu riesgo país se dispara, eres muy riesgoso como país como receptor de inversión”, expuso el especialista.

El 26 de octubre pasado, el banco de inversión JP Morgan fijó el riesgo país de México en 204 puntos base, luego de que un día antes, justo cuando comenzó la consulta ciudadana, el indicador se ubicó en 199 enteros.

El riego país se mide a través del Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI+) que JP Morgan elabora, y es reportado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; su impacto se refleja en el mercado accionario y en variaciones del tipo de cambio.

“Por otro lado las primas de los seguros se van por las nubes: nadie va a querer invertir en ti y eso va a crear efectos indirectos”, advirtió Medina.

El incremento del riesgo de inversión también se reflejaría en otros proyectos de infraestructura, pues los inversionistas tomarían como base para fijar sus riesgos la cancelación del NAICM.

El también experto en Inteligencia Estratégica abundó que el primer efecto sería la salida de capitales y fondos de inversión del mercado accionario, lo que tendría como consecuencia la caída de la Bolsa de Valores, lo que a su vez se reflejaría en alzas de las tasas de interés y encarecimiento del costo del dinero y de las primas de seguro.

“Hay un problema porque se dañaría la macroeconomía y la microeconomía. Se dañarían las finanzas públicas, la estabilidad monetaria se viene abajo y se daña la reputación de historial crediticio mexicano a nivel internacional por décadas”, concluyó.

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