Smart Gating utiliza información de vuelo en tiempo real y otros datos para asignar puertas y reducir tiempo de rodaje.
American Airlines registró un récord de 7.8 millones de clientes durante las vacaciones de Acción de Gracias. Indicó que este logro se debió a una innovadora tecnología para optimizar sus operaciones en tierra.
Ésta incorpora el aprendizaje automático para agilizar los tiempos de rodaje, disminuir la congestión en las rampas y facilitar el rápido acceso de los aviones a las puertas de embarque.
Denominada Smart Gating, es desarrollada por los equipos de Tecnologías de la Información y Operaciones de American, utiliza información de vuelo en tiempo real y otros datos para asignar automáticamente las puertas disponibles más cercanas con el menor tiempo de rodaje.
Inicialmente fue probada en el Aeropuerto Internacional de Dallas Fort Worth (DFW) en 2021, cuyos resultados demostraton reducir los tiempos de rodaje en un 20%, equivalente a unos dos minutos por vuelo.
Este ahorro se traduce en una reducción significativa del tiempo total que los aviones pasan en rodaje, logrando eficientar más de 11 horas diarias en DFW.
Además, Smart Gating ha contribuido a disminuir en más del 50% los conflictos y cambios de puerta de embarque en tierra, optimizando las conexiones y recursos.
La implementación de Smart Gating no se limita a DFW; American extendió esta tecnología a sus hubs en el Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas (CLT), el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), el Aeropuerto Nacional Washington Reagan (DCA) y el Aeropuerto Internacional Chicago O'Hare (ORD).
Anne Moroni, vicepresidenta de Planificación y Rendimiento de Operaciones de American, destacó la constante búsqueda de mejoras en las operaciones y la eficiencia en la toma de decisiones sobre puertas de embarque.
Además de los beneficios operativos, Smart Gating genera impactos medioambientales positivos. La tecnología ayuda a reducir el tiempo total de rodaje de los aviones en 17 horas diarias, estimando un ahorro de 1.4 millones de galones de combustible al año, suficiente para llenar 29 aviones Boeing 777-300.
Asimismo, contribuye a la disminución de las emisiones de dióxido de carbono en más de 13,000 toneladas métricas anuales.
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