Este martes, el gobierno de República Checa revocó el permiso de vuelo durante unas horas a distintas aerolíneas rusas por lo que las empresas Aeroflot, Pobeda y Ural Airlines tuvieron que cancelar sus vuelos entre Rusia y este país centroeuropeo.
Esta acción es una respuesta a la negativa del gobierno ruso para aprobar la entrada de Czech Airlines a su espacio aéreo. La aerolínea bandera de República Checa planeaba operar una ruta directa entre Praga y Seúl.
Por su parte, el Ministro de Transporte de Rusia señaló que las autoridades de aviación civil de ambos países están en negociaciones y que este problema debería quedar solucionado pronto.
Aeroflot se vio forzada a cancelar ocho vuelos entre las capitales de ambas naciones.
La aerolínea Pobeda canceló dos vuelos quincenales que conectan Moscú con la ciudad de Karlovy Vary, mientras que Ural Airlines suspendió temporalmente todos sus vuelos desde las ciudades de Ekaterimburgo y Zhukovsky.
El corredor transiberiano es uno de los más importantes en la aviación porque permite conectar a Europa con países en el lejano oriente como Japón, Corea y China sin la necesidad de sobrevolar los espacios aéreos de muchos países de Asia Central (con el costo añadido de pagar tarifas de sobrevuelo a cada una de estas naciones).
Sin embargo, el gobierno ruso se reserva el derecho de otorgar los permisos a las aerolíneas europeas y tradicionalmente sólo entrega un permiso por país.
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