Una nueva alerta de seguridad de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos, acerca de los timones de dirección en ciertos modelos del Boeing 737 y que puede manifestarse tanto en tierra como en pleno vuelo, ya sea con el piloto automático o en fase de conducción de los pilotos, ha terminado por dar al traste con la confiabilidad que el público usuario y muchas aerolíneas tienen en la armadora de aviones con sede en Seattle, Washington.
Lo cierto, sin embargo, es que esto es sólo un síntoma de lo que empieza a ocurrir en el mundo. Si bien la armadora de aviones europea, Airbus, no acusa problemas técnicos ni de procesos, las consecuencias de la guerra de Rusia y Ucrania han mermado su capacidad de producción y en el horizonte se asoman una serie de nuevos factores que presagian cambios estructurales importantes a nivel global.
Nos referimos a la capacidad de China, a través de su empresa fabricante de aeronaves Comac, para iniciar la producción en masa de, al menos, un avión que competirá de frente con el B-737 y el A-320 (pasillo único, de mediano a semilargo alcance y de entre 150 y 250 pasajeros). Estamos hablando del C-919, una aeronave que ya tiene la certificación del propio gobierno chino, que está logrando su aprobación en el resto del mundo y que ya está operando a todo lo que se pueda en las aerolíneas locales (chinas) y no tarda mucho en ingresar a mercados como el ruso (que tiene una gran necesidad de esos aviones, ya que sólo cuenta con los que le quedaron en su territorio desde el bloqueo occidental, pero le urge empezar a renovar flotas para poder mantenerlas al día).
Ya se empieza a hablar del nuevo modelo de Comac de doble pasillo que estarían desarrollando en China para cubrir grandes distancias y volúmenes más amplios (más o menos la competencia del Boeing 777 y del Airbus 350 o algo más) y que de seguir esta carrera podría estar listo para el 2030.Recientemente se han iniciado algunas negociaciones entre Comac y la brasileña Embraer, fabricante de aviones un poco más chicos pero que también complementan la oferta que hasta ahora tiene Comac, algo que Boeing quiso hacer en el pasado y no se concretó, aunque nunca se supo por qué.
Este tipo de alianzas le salió muy bien a Airbus con la adquisición de los modelos de Bombardier que hoy se denominan A220, que son más pequeños pero muy eficientes para mercados domésticos y regionales. Esta es una apuesta que sin duda fortaleció a los europeos y de alguna manera han dejado atrás a la Boeing, al menos en ese mercado de 100 a 150 pasajeros y que Embraer tiene bien prospectado.
Aún es incierta una alianza sólida entre Embraer y Comac, pero es un hecho que el centro de gravedad de los vuelos comerciales y de los aviones que lo soportan se está moviendo del área Norteamérica-Europa, hacia el sudeste asiático-latinoamérica.
¿Cómo impactará esto al mundo en los siguientes años? No tenemos esfera de cristal, pero es obvio que estos cambios se reflejarán en un nuevo liderazgo. Ya estaremos viendo cómo se mueven también estos cambios en las metas de NetZero del sector. E-mail:[email protected]
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