A pesar de que México posee un sector de transporte aéreo con enorme potencial y que en los últimos 10 años, en forma mensual, ha casi duplicado el número de asientos (de 3.3 millones a 6.5), las rutas pasaron de 289 a 392 y las frecuencias de 30 mil a 37 mil, hoy nuestra aviación necesita algo más que buenos deseos para continuar creciendo y convertirse en el motor de desarrollo que debiera ser.
Estos datos, compartidos por el vicepresidente regional de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) durante la Summit Aeroespace de la Famex 2023, muestran que la resiliencia de nuestro transporte aéreo es notable, ya que con todo y que la pandemia del Covid-19 ha sido el peor escollo que ha encontrado en su camino la industria aérea en el mundo, nuestro país ha sido primero en América Latina en recuperarse, al sobrepasar en 22% los niveles del 2019.
Un dato que debiera llamar la atención de las autoridades de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), es el que muestra que estas aerolíneas están volando más que nunca a destinos domésticos en el país y lo están haciendo al costo más bajo de la historia: el costo de un boleto de avión vendido en México, en 2011, era en promedio de 158 dólares antes de impuestos y en 2023 es de 92 dólares, lo que muestra que, pese a la inflación y a que los costos de combustibles y otros insumos han crecido, la industria ha hecho un esfuerzo muy importante por estar a la altura de lo que requiere el mercado.
Este dato contrasta con la visión que se tiene de que volar en México es muy caro. Habría que entender que una de las razones por las cuales muchos mexicanos aún no vuelan es por el bajo poder adquisitivo que, pese a los incrementos nominales y narrativos al salario mínimo, no se ha recuperado, porque hace falta tener más empleos y de mayor valor agregado, además de incrementar la productividad, antes de pensar en bajar precios de boletos por decreto.
Otro dato interesante es que, en el 2013, en un destino internacional como Madrid, había 258 frecuencias mensuales, desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y Cancún, mientras que hoy en día existen 434 y se han sumado Guadalajara y Monterrey como lugares desde y hacia donde se vuela a este destino en Europa.
Pese a todo, advirtió Cerdá, hay retos muy importantes que México tiene que sortear para mantener su crecimiento y, sobre todo, para incrementar su presencia y su derrama económica en el mercado. El más importante, desde luego, es recuperar la Categoría 1 que, dice la autoridad aeronáutica, está más cerca que nunca, aunque aún falta solicitar desde la Secretaría de Relaciones Exteriores la nueva auditoría oficial a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), proceso que puede llevar entre uno y tres meses, entre solicitud y entrega del reporte.
Los otros dos desafíos tienen que ver con la infraestructura y con los costos adicionales, como la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA). En ambos hay que trabajar fuertemente porque la oportunidad no debe perderse. La contribución del turismo y los viajes al PIB nacional es de 13.1%, con lo que de divisas y empleo significa. E-mail: [email protected]
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