Es curioso que en el resumen del año de operaciones que lleva el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) desde su inauguración, los resultados presentados sean calificados al mismo tiempo como un fracaso y como éxito… todo según el color del cristal con que se mira.
El hecho, sin embargo, es que las metas que se propusieron en el “Programa Institucional 2021-2024 de la empresa de participación estatal mayoritaria Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)” no se cumplieron. En este caso, el Programa prometía que en el primer año, el AIFA habría gestionado 2.4 millones de pasajeros y alrededor de 120 operaciones diarias.
Al final del ciclo, sin embargo, el número de pasajeros fue de 1.3 millones de pasajeros y un promedio de 60 operaciones diarias, es decir, más o menos la mitad. ¿Es esto un rotundo fracaso? Depende.
Tomemos en cuenta que las cifras alegres de 2.4 millones de pasajeros fueron proyectadas en 2019 por la consultora de Aeropuertos de París (ADP). En esos momentos, las prospectivas de crecimiento de la demanda y de la capacidad de asientos de nuestras aerolíneas, así como de la economía mundial y mexicana, eran otras muy diferentes a lo que la realidad de hoy nos arroja.
En primer lugar, este estudio no tomaba en cuenta la pandemia (nadie podía haberla previsto y mucho menos el cierre de espacios aéreos que conllevó este fenómeno y que generó la peor crisis de la aviación mundial). De ahí que para ADP, en el peor de los escenarios, para el 2023 el número de pasajeros estaría rondando 120 millones para el 2022 y en el mejor, 138, lo cual está muy lejos de la realidad, pues apenas se lograron 104 millones.
Además, tampoco se tomó en cuenta la degradación a Categoría 2 por parte de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), que ha tenido un impacto muy negativo en la recuperación de las aerolíneas mexicanas, ya que el mercado México-Estados Unidos es el más importante, donde circulan casi 35 millones de pasajeros cada año.
En los años recientes, una vez que la pandemia empezó a remontarse, las aerolíneas de Estados Unidos han inaugurado 35 nuevas rutas en el mercado bilateral y se han recuperado con creces, mientras que las empresas mexicanas no han visto la suya.
De este modo, el hecho de que los resultados del AIFA sean magros no es culpa de las aerolíneas mexicanas. El mejor aliado que puede tener el gobierno mexicano para que crezca el sector aéreo son las propias aerolíneas mexicanas. Y como ejemplo están los muchos esfuerzos que están haciendo para incorporar vuelos al AIFA. Esta misma semana, la Agencia de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) está certificando al AIFA como “último aeropuerto de salida” del Valle de México para que Aeroméxico pueda llevarse un vuelo del AICM para que opere desde ahí a Houston.
Por otro lado, hay que hacerle la vida fácil a los pasajeros para que el acceso al AIFA no sea un vía crucis. Ojalá se entienda.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: [email protected]
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