La pandemia le vino como anillo al dedo. Pero no estamos hablando de la presidencia de México, sino del sistema de identificación de viajeros a nivel global, el cual tiene años queriendo transitar hacia una tecnología de datos biométricos, pasando por la posibilidad de que sean las máquinas las que “dialoguen” con los Smart-phones de los pasajeros aéreos para que los trámites sean mucho más ágiles, la seguridad de la identificación personal mucho más alta y que sea posible verificar en tiempo récord el estatus de sanidad de cada viajero.
Por ejemplo, en el caso de los aeropuertos mexicanos, es muy evidente que en las horas pico, los funcionarios de migración se ven rebasados por el número de personas que llegan de vuelos con origen en el extranjero. Esto crea cuellos de botella en las salas de llegada, al punto que uno se pregunta si los filtros HEPA del avión no serán una sofisticación demasiado puntillosa si al llegar a tierra podemos estar hacinados durante casi una hora haciendo filas interminables.
Por esta razón, la verdad es que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y el Instituto Nacional de Migración (INM) acertaron con la decisión de introducir, como primer paso, kioscos virtuales para que los viajeros mexicanos, estadounidenses y canadienses que lleguen a los principales aeropuertos del país, puedan hacer sus trámites directamente y de manera virtual, lo cual agilizará de manera importante este trámite y ayudará a descongestionar las áreas de migración.
Recientemente hubo una reunión donde participaron todos los Grupos Aeroportuarios, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y directivos del INM y de la SICT, así como de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) donde se tomó este acuerdo que sin duda marca un hito en la forma como se ha venido haciendo este trabajo en nuestro país.
Como se sabe, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha hecho una gran labor para presionar a que los gobiernos adopten este tipo de instrumentos, porque también ayuda a que se le dé certeza a los viajeros, a las aerolíneas y a los propios gobiernos en torno a la seguridad en los aeropuertos, tanto en el sentido de operación como de sanidad.
Además, permite que las diversas autoridades en un país y con sus homólogos del extranjero adopten herramientas que les faciliten el trabajo, con mayor certeza que como actualmente se hace la revisión de pasaportes, pases de abordar y QR’s de pruebas PCR o antígenos y vacunas. La idea de tener una sola aplicación para que toda la información esté disponible, permitirá que los sistemas se vayan modernizando y que en el futuro los datos biométricos contengan todo ello, lo que hará mucho más simple la identificación de personas, itinerarios de viaje, condición migratoria, de salud y demás.
Obviamente que hay que trabajar mucho aún en este tipo de sistemas, garantizar que los datos del pasajero estén resguardados y sean tan confidenciales como la persona quiera pero al mismo tiempo garanticen la movilidad. IATA ha señalado que la falta de protocolos comunes ha sido lo más letal en esta pandemia y sin duda nadie quiere volver a vivir crisis que amenacen la viabilidad de la aviación.
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