Una parte esencial para el sector transporte aéreo es la industria aeronáutica, sin ésta no existirían las aeronaves y toda la tecnología asociada al vuelo. Pero además, hay una parte específica de esta cadena que hace posible el funcionamiento, mantenimiento y reparación de las aeronaves, mejor conocido como MRO (Mantenimiento, Reparación y Operaciones Aeronáuticas). A raíz de la pandemia, toda la cadena está sufriendo y los MRO’s no son la excepción.
De acuerdo con los escenarios planteados a nivel global, la recuperación de la demanda puede tardarse o ser rápida, todo depende la forma como se estabilice la economía y de que el sector aéreo pueda adaptarse a las nuevas exigencias de la salud pública. Hablando de un escenario intermedio y suponiendo que la demanda global se contraiga un 30%, el affaire coronavirus causará a la industria del MRO una pérdida de 26 mil millones de dólares, aproximadamente.
Esto será así porque gran parte de la flota permanece - y permanecerá- estacionada por un tiempo indeterminado, que puede llegar a ser de hasta 2 años en forma escalonada, es decir, que poco a poco se irá incorporando. Por lo tanto, las aerolíneas diferirán o cancelarán pedidos de nuevas aeronaves y tendrán que hacer una selección estratégica de sus equipos en función de las nuevas condiciones del mercado, pero también de su estado de mantenimiento, en tanto que se aplazarán servicios no esenciales, incluso canibalizando los aviones ya existentes durante meses o, en ciertos casos, tal vez años.
Dicen los especialistas que quienes reaccionen rápidamente para conservar el efectivo y administren eficazmente sus estructuras de costos, son quienes estarán en una mejor posición para capitalizar oportunidades nuevas y emergentes. Por ello, esta parte de la cadena también se prepara ya para un largo periodo de recuperación.
Desde el inicio de la pandemia, la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA), que preside Luis Lizcano, anunció medidas preventivas ante un posible escenario de suspensión de actividades. A la par, solicitó formalmente a las Secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Trabajo y Previsión Social y Salud que consideren a la aeronáutica como una “actividad esencial”, al ser una “pieza y eslabón fundamental en la cadena de valor de la producción de bienes y componentes aeronáuticos, al servicio no sólo de los propios operadores mexicanos, sino también del servicio público y de seguridad”.
Habría que añadir que las cadenas de suministro de algunos segmentos, como la Defensa, ya están sufriendo y las voces de alarma se han escuchado en Estados Unidos. Por ello, los clústeres de Chihuahua, Nuevo León y Querétaro se unieron a la petición para que el país atienda la pandemia COVID-19 como lo hacen sus socios de T-MEC, Estados Unidos y Canadá.
Entre 2017 y 2019 FEMIA ogró concretar la firma de 23 contratos con proveedores con un valor de 37 millones de dólares y planeaba cerrar 2020 en 72 millones. Pero hoy las cosas son distintas. La industria aeronáutica tendrá que replegarse y pensar en sus propias cadenas de suministro con un enfoque particular en los costos fijos, hacer una gestión eficaz en el manejo de proveedores y recuperación de valor perdido, así como concentrar sus actividades en la gestión y preservación del efectivo. Sin duda, son grandes retos. E-mail: [email protected]
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