Mañana, en la Base Aérea Militar de Santa Lucía, el presidente inaugurará la III Feria Aeroespacial Mexicana (FAMEX, edición 2019), que organiza la Fuerza Aérea en la persona del general Rodolfo Rodríguez Quesada y al que concurrirán 400 empresas del sector aeronáutico y aeroespacial, la mayor parte establecidas en nuestro país y que en conjunto generan exportaciones por más de 8,500 millones de dólares.
Esto muestra que una industria de las consideradas “punta” a nivel global puede establecerse y crecer en un país que tiene la vocación y la voluntad para albergar y empujar empresas de las grandes ligas a nivel mundial. Dicho sea de paso, la industria aeroespacial ha sido cobijada por los gobiernos estatales donde florece y esto ha permitido desarrollar diversas especialidades en cada entidad.
En esta ocasión, la Feria Aeroespacial tendrá 580 expositores de 40 países, exhibirá 60 aeronaves de aerolíneas comerciales y armadoras, además de las 70 que el gobierno federal pondrá a la venta en ese mismo recinto. Por otro lado, se esperan 6 mil encuentros de negocios y más de 50 mil visitantes, lo que rebasa con mucho las metas planteadas y los resultados de las dos emisiones anteriores.
Entre los expositores más importantes tendremos a la Agencia Espacial Mexicana (AEM); la Federación Mexicana de Industria Aeroespacial (FEMIA); el Colegio de Pilotos; La Universidad Aeronáutica de Querétaro y, en lo individual, participaciones como las de Roberto Kobeh González, embajador vitalicio de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el mexicano que más alto ha llegado en el rubro del transporte aéreo.
Algo sin duda innovador y fundamental, es la inclusión dentro de los paneles de temas tan importantes como fatiga de vuelo y fatiga en los controladores de tránsito aéreo, expedición de licencias, seguros para pasajeros, drones, mujeres en la aviación, factores humanos, educación técnico-aeronáutica y educación aeroespacial.
Entre las empresas que estarán exhibiendo sus novedades se encuentra Boeing, Indra, GE, Thales, Safran, SYM y los aeroclusters de varias entidades, además de que se tiene el respaldo de organismos como OACI, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la SCT, Seneam, ASA y la anfitriona, Fuerza Aérea Mexicana.
Resulta muy interesante el momento actual, donde la industria está cambiando en muchos sentidos, tanto en el tema tecnológico -con la irrupción de los vehículos no tripulados (drones)-, ya sea para reconocimiento, transporte de mercancías, vigilancia o entretenimiento, como los que ya se atisban en el transporte de pasajeros.
En medio de este despertar, tenemos el caso que protagoniza Boeing de los Estados Unidos, la cual atraviesa por uno de los peores momentos de su historia. Una investigación reciente del diario New York Times revela problemas “sistémicos” en la producción de sus nuevos modelos (B-737 MAX y B-787 Dreamliner) en los cuales, a decir del diario, se habrían privilegiado las ganancias inmediatas por encima de la calidad y la seguridad. La investigación alude a cientos de documentos y correos electrónicos, registros federales y entrevistas con empleados y exempleados de la compañía que denuncian fallas en los controles de calidad. La empresa, cuya sede principal está en Seattle, Washington, reviró con una carta donde asegura que este reportaje es “una historia engañosa” que no toma en cuenta la versión de Boeing y sus clientes más importantes, como Qatar Airways, American, Surpana y Norwegian y que no se ajusta a la realidad de su planta de producción del Dreamliner, que el periódico declinó visitar. Además, Boeing ha invitado a varias agencias internacionales a apoyar la certificación de los cambios al 737 MAX.
Sea como sea, se advierte ya un giro en el panorama de la fabricación de aviones. Mitsubishi anunció su nuevo MRJ (Mitsubishi Regional Jet) de entre 70 y 90 asientos, en tanto la rusa Irkut presentará en agosto los MC-21- 200/300, de entre 163 y 200 asientos. Sin duda, la industria está cambiando.
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