¡Qué pena que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) esté más enfocada a dificultar que en facilitar el transporte aéreo en México! Sin duda que las indagaciones que está haciendo sobre el comportamiento de las operaciones aéreas en el período 2008-2010 serían muy pertinentes si la idea fuera “deshacer los entuertos” que dejó como herencia la administración calderonista.
Por desgracia, no es así. Más bien como que se trata de buscarle “más ruido al chicharrón” de las aerolíneas, ya de por sí complicado con las investigaciones del uso de los slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que sólo han dificultado la situación del saturado aeropuerto.
La novedad es que Cofece ha notificado a las aerolíneas que sobrevivieron en el mercado mexicano de una investigación por “posibles prácticas monopólicas” realizadas entre abril del 2008 y febrero del 2010 que, entre otras cosas, habrían provocado que se pusieran de acuerdo para encarecer las tarifas.
Entre las empresas notificadas están Volaris y Aeroméxico, a las cuales se les fincarían responsabilidades y multas en caso de que la presunción de dichas prácticas (ya sean relativas o absolutas) se demuestre. Estas multas irían entre 4.6 millones de dólares o, de comprobarse si fueron absolutas, el 10 por ciento de los ingresos de las empresas en el período analizado.
Llama la atención que en este momento, mientras la Suprema Corte de Justicia de la Nación estudia la injerencia de Cofece en el tema de los slots, salga con esta embajada que sólo demuestra que como no tiene sustento para intervenir de forma real en el mundo de la aviación, siempre estará buscando pretextos para hacerlo.
Sería interesante que el pleno analizara algunas cuestiones con toda honradez a la hora de reconocer la yerros, cosa de la que no han hecho gala los miembros de esta comisión, pero que ayudarían a poner orden. Algunos de esos puntos son:
1. Qué tanto influyó en la conformación del mercado mexicano la negativa de la Cofece (antes CFC) para autorizar que Cintra operara con sus dos marcas dentro y fuera de México. Esto incluye la actuación de la autoridad aeronáutica (y de ahí para arriba, incluyendo la presidencia) en el tema específico de la desaparición de Mexicana de Aviación.
2. En su caso, determinar la responsabilidad de los funcionarios públicos en el quebranto de la aerolínea más antigua de México. Claro que esa no es función de la Cofece pero las demás tampoco, y ya que se va a meter en los asuntos que no le competen, al menos que ayuden a esclarecer las responsabilidades de los funcionarios públicos en esos años que investigan. A ver si se logra que paguen un poco lo que le deben al país.
3. Analizar con toda objetividad la situación real del mercado de transportación aérea en esos años. No olvidemos que hubo bastantes factores adversos, como la crisis de las hipotecas, el alto precio del petróleo y la no menos importante epidemia de influenza que hizo que el “muy listo” presidente Calderón decretara una emergencia que le costó millones de dólares a este país y muy especialmente a las aerolíneas.
4. De pasada, ayudaría que pregunten por qué en otros países (por ejemplo EU) las Comisiones anti-trust no se meten en la aviación.
Y, bueno, ya entrados en gastos, ¿qué tal si a raíz de esta investigación se deciden a resarcir los daños que causó la pésima gestión administrativa de Juan Molinar y Dionisio Pérez Jácome, además de la palabrería dañina de Javier Lozano? ¿Verdad que no se animan?
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: [email protected]; twitter: @charoaviles
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