Hay teóricos de la economía que creen que por conocer un poquito a un sector ya son especialistas. Esto provoca que se promuevan soluciones simplistas a cosas que necesitan de una mayor apreciación y estudio. La aviación está llena de este tipo de problemas que parecen simples, pero que ya cuando se estudian de verdad muestran su grado de complejidad y de ahí que las reglas para gestionarla se consensen a nivel global y de especialistas.
Uno de estos problemas es el de los slots (medida de espacio-tiempo de uso de pistas, plataformas y posiciones de contacto o atraque de aeronaves en aeropuertos), donde hay tantos espontáneos que tienen mágicas soluciones, que hasta los más expertos son tratados como si fueran tontos.
Hace un par de semanas comentábamos la intención de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) de interponer una controversia constitucional para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decida quién tiene la potestad sobre los slots en los aeropuertos del país.
Al respecto, el abogado especialista en derecho aeronáutico Pablo Casas, hizo una amplia reflexión acerca de cómo la Cofece “en un afán protagónico… remueve y mezcla diversos conceptos, como insumos, mercado y servicios, al considerarlos sinónimos”.
Y es que al emitir sus resoluciones acerca de la asignación de slots (insumos esenciales, dice Cofece) este organismo confunde conceptos como servicios aeroportuarios (aterrizaje, despegue, uso de pistas, calles de rodaje, ayudas visuales y plataformas del aeropuerto) con mercado (servicios aeroportuarios de aterrizajes y despegue, plataforma y control en plataformas, provistos mediante la pista, calles de rodaje, las ayudas visuales y plataformas del aeropuerto) que vienen a ser lo mismo que los insumos. Es decir, Cofece describe estos tres elementos de forma tan similar que vienen a ser sinónimos.
Por otra parte, en sus documentos, dicha dependencia considera por separado los despegues y aterrizajes de la infraestructura dispuesta para ello en el aeropuerto, como son las pistas, calles de rodaje y ayudas visuales, contra todo lo que considera la normatividad internacional (que es la que usa la aviación en México y en el resto del mundo).
Las recomendaciones que Cofece emitió para –según ellos- regular el uso de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) violan varios ordenamientos. El primero de ellos es la Ley de Vías Generales de Comunicación que expresamente considera a la infraestructura descrita indistintamente por Cofece como “mercado, insumos o servicios” y que es parte integrante de una vía general de comunicación y, por tanto, gestionable por el Estado mexicano.
Asimismo, la Ley de Aeropuertos da a la SCT la facultad de fijar los horarios de despegue y aterrizaje y reglas de operación. Y, aún más, la propia Ley de Competencia Económica reconoce que las funciones que el Estado ejerce de manera exclusiva no constituyen monopolios, además de que respecto a éstas, únicamente tiene como atribuciones dar opiniones que no son vinculantes (o sea, que no es obligación del Estado obedecer).
Estos argumentos jurídicos del abogado Casas serán, sin duda, tomados en cuenta por los magistrados de la Suprema Corte, ya que estamos hablando de un tema que toca directamente al corazón de las atribuciones del Estado mexicano.
Por otro lado, para la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) el tema de los slots en aeropuertos saturados es de primera importancia, debido a que, entre otras cosas, el tráfico de pasajeros camina más rápido que la construcción de infraestructura aeroportuaria. De ahí que los países tienen que ser muy racionales en sus decisiones y no malgastar tiempo, dinero y esfuerzo en discusiones inútiles y ociosas. ¿Así o más claro?
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: [email protected]; twitter: @charoaviles
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