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30/11/2024

De 1958 a 2023; ¿realmente es más seguro volar? Sí, pero ya no tanto en México

Juan A. José / Miércoles, 18 Septiembre 2024 - 01:00

Cayó recientemente en mis manos un ejemplar del documento "Análisis estadístico de accidentes de aviación 1958-2023", publicado en este 2024 por el fabricante europeo Airbus, organización que en el documento afirma que "este análisis demuestra claramente que la industria de la aviación comercial (es decir las aerolíneas para efectos de Airbus) ha logrado enormes avances en materia de seguridad operacional en las últimas décadas", resaltando la contribución de la tecnología para que el tomar un vuelo sea considerada una actividad de bajo riesgo.

¿Le creemos a Airbus?

¿Por qué no? Al final de cuentas estamos hablando, si aún no de la más grande (andaría ya en el tercer lugar luego de Boeing y de Lockheed Martin), sin duda de una de las compañías aeroespaciales más importantes del orbe que además recurrió a las fuentes más confiables de la industria.

¿Qué le parece el dato de que, a diferencia de 1961 con 13 casos, en el 2023 no se registraron pérdidas de casco de aeronaves? Nada mal para esos 32 millones de vuelos que el análisis indica tuvieron lugar ese año, documento en el que se resalta el riesgo que suponen los incidentes de incursiones y la necesidad de atraer a más gente a las carreras de aviación con necesidades por cubrir de 680,000 técnicos, 590,000 pilotos y 930, 000 sobrecargos hacia el año 2042.

No debe sorprender que el informe registra una muy, pero muy significativa reducción de incidentes en los que a partir de la introducción de la que Airbus define como Cuarta Generación de aeronaves (Fly by Wire) en la está, como era de esperarse la oferta de productos de Airbus a partir del A320 y en la que solamente se incluyen a los modelos 777 y 787 de su principal competidor (Boeing).

Un dato que estoy seguro será del interés de los lectores de este espacio es que, la tendencia histórica de que el mayor riesgo de accidente se mantiene en las fases de aproximación y aterrizaje con casi el 60% de los accidentes, siendo el remolque la más segura con un uno por ciento. El vuelo controlado hacia el terreno y la pérdida de control dominan como categorías.

Si bien estas son buenas noticias, lo cierto es que los niveles de seguridad no son parejos en todos los cielos; y es que por más que la industria aeronáutica mundial avance hacia mejores estándares de seguridad operativa, las amenazas a la vida de los ocupantes de una aeronave y a la de las personas en las tierras que sobrevuela en algunas geografías se están viendo acrecentadas conforme las autoridades nacionales de aviación, ya sea atendiendo criterios políticos o a causa  entre otras de falta de presupuestos, dejan de estar en condiciones de supervisar las operaciones aéreas en sus soberanías, tal y como la normatividad aeronáutica internacionalmente acordada establece, caso muy bien conocido de la autoridad mexicana que hay que recordar ha dado mucho de qué hablar por su mal desempeño en la materia en el sexenio 2018-2024.

Dicho en otras palabras: no debemos permitir que se baje la guardia en materia de gestión de la seguridad de las operaciones aéreas por parte de nadie, llámese operadores, escuelas de vuelo, personal técnico aeronáutico, e insisto; autoridades.

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