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02/12/2024

Debo confesarlo: me parece una gran noticia

Juan A. José / Miércoles, 7 Septiembre 2022 - 01:06

Creo que, para poner en un contexto adecuado este comentario editorial, es importante comenzar por reconocer que el origen de los problemas de mis compañeros de Mexicana de Aviación, es la falta de Estado de Derecho que prevalece en México, y que tanto daño les ha hecho no solamente a ellos y ellas, sino a todos los mexicanos.

Me entero, por medio de un noticiero de la radio, que la madrugada de hoy los mostradores de Mexicana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) finalmente amanecieron desocupados por los compañeros de la que, alguna vez, fue mi empleadora, que habían instalado y hasta subcontratado en ellos, no solamente campamentos de lucha y defensa de sus genuinos derechos, sino también exitosos, pero irregulares negocios de diversos giros, de los que me queda claro dependen decenas de familias, a las que no puedo hacer otra cosa que desearles lo mejor luego de que las autoridades del aeropuerto finalmente decidieron recuperar, tal y como les corresponde, en momentos en los que el AICM requiere espacios en la Terminal 1 para albergar servicios que dejarán de ser prestados, por lo menos temporalmente en esa Terminal 2 que requiere una urgente intervención en materia de ingeniería civil.

Recuerdo que hace años, por ahí del 2016, el entonces director general de dicha infraestructura, Alexandro Argudín, había hecho lo mismo que acaba de hacer el vicealmirante piloto aviador retirado, Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño. Desgraciadamente, para el AICM y sus pasajeros, las presiones frente a las que eran las instalaciones sede de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sobre Eje Central Lázaro Cárdenas, de la Ciudad de México, tanto de los removidos como de poderosos sindicatos ajenos que los acompañaron, les permitieron regresar a tomar los mostradores. Dudo que ahora pase lo mismo.

Tengo que decirlo, por más que empatizo con el personal de aquella que fue la gran escuela del aerotransporte mexicano y su lucha, lo cierto es que también comprendo la necesidad de que prevalezca la ley y, por ende, el aeropuerto pueda hacer uso productivo de sus espacios susceptibles de comercialización, como son los que desde hace mucho tiempo ocupan no solamente los compañeros de Mexicana, sino también los de Interjet, por ejemplo. Y es que si bien era su lugar de trabajo, el AICM no era su patrón, por lo tanto, no tiene por qué pagar los platos rotos de un conflicto que, en estricto sentido, no es suyo.

Insisto, no es que no comprenda la injusticia que se ha cometido con mis compañeros de Mexicana. Por el contrario, lo que pasa es que me queda claro que la misma tiene su origen (falta de Estado de Derecho) que de no corregirse, será la semilla de otras injusticias que familias de nuestro amado México terminarán por sufrir.

 

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