El desarrollo de la Commercial Aircraft Corporation of China (Corporación de Aviones Comerciales de China, COMAC), una empresa que aunque genera escepticismo en algunos sectores, representa un esfuerzo coordinado por consolidar la industria aeronáutica china como un competidor global relevante, afirmó Rodrigue Trano, director regional de ventas para Asia-Pacífico en BAA Training Vietnam.
Para el experto, en el futuro inmediato, la empresa deberá superar una pronunciada curva de aprendizaje en la gestión de la cadena de suministro para satisfacer la demanda y aumentar las tasas de entrega.
Al mismo tiempo, la discutida neutralidad de China hacia Rusia y el regreso de Donald Trump como presidente de Estados Unidos podrían convertir al programa C919 en una víctima colateral de los aranceles estadounidenses, ya que tres quintas partes de sus componentes provienen de ese país.
Paradójicamente, COMAC necesitará colaborar estrechamente con las autoridades occidentales para obtener la certificación de los modelos C919 y C929, si aspira a convertirse en un competidor global de sus consolidados rivales.
Entre los desafíos para la producción china, destaca que actualmente no produce motores turbofan en la misma categoría que el Rolls-Royce Trent 1000/XWB o el General Electric GEnx, por lo que se anticipa que uno o ambos de estos motores serán seleccionados antes de que un diseño local esté disponible para el modelo C929.
Además, en términos de rendimiento y según la información disponible, parece que el C929 queda por debajo de sus rivales occidentales, especialmente en capacidad de carga útil y alcance.
Sin embargo, esto podría ser una estimación conservadora derivada de la falta actual de motores adecuados. A pesar de esto, Air China, la aerolínea de bandera de China, se convirtió en el cliente de lanzamiento del modelo en noviembre de 2024.
Agregó que con la retirada de Lockheed del mercado civil en la década de 1980, la quiebra de Fokker en 1996, la fusión de McDonnell Douglas con Boeing en 1997 y el colapso de Bombardier Aviation en 2019, el mercado de aviones comerciales se ha reducido virtualmente a un duopolio entre Airbus y Boeing durante los últimos 25 años, con Embraer y ATR en una categoría distinta.
“Por lo tanto, puede decirse que COMAC es el primer retador real de este duopolio, una incorporación bienvenida que impulsará a los fabricantes europeos y estadounidenses a ser más innovadores”, afirmó el experto.
El crecimiento de COMAC refleja la evolución de la industria aeronáutica china en un entorno global cada vez más competitivo. La compañía adopta un enfoque metódico y gradual para superar retos técnicos, económicos y de confianza en el mercado internacional.
Respaldada por el gobierno chino, COMAC desarrolla proyectos que podrían redefinir el panorama global de la aviación comercial, consolidando el papel de China como un actor clave en la fabricación de aviones.
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