En 2018, Etihad Airways reportó una pérdida de mil 280 millones de dólares, cifra que si bien ha mejorado en comparación con años previos, representa una marca negativa por tercer año consecutivo, a pesar de los intentos de la aerolínea para reducir los costos.
Cabe señalar que la compañía continúa en medio de un programa de transformación de cinco años, sin embargo, su operación parece no rentable, ya que desde 2016 acumula un total de 4 mil 750 millones en pérdidas.
“En 2018, continuamos avanzando con nuestra transformación al racionalizar nuestra base de costos, mejorar nuestro flujo de efectivo y fortalecer nuestro balance general”, señaló Tony Douglas, CEO de la aerolínea quien fue contratado hace 2 años.
Como parte de las medidas realizadas, Etihad despidió a 50 pilotos y canceló pedidos a los fabricantes Airbus y Boeing; en tanto, suspendió varias rutas a ciudades que consideraban como no rentables, entre las que destacan: Teherán (Irán), Jaipur (India), Entebbe (Uganda), Dallas (Estados Unidos), Ho Chi Minh (Vietnam), Daca (Bangladesh), Dar es Salaam (Tanzania), Edimburgo (Escocia) y Perth (Australia).
Esta acción redujo los costos en 416 millones de dólares. Sin embargo, la aerolínea también transportó 4.3% menos pasajeros durante este año, en parte por la reducción de su flota y la suspensión de distintos vuelos. Como factor externo también señaló al aumento de los costos del combustible.
Ligado a esto, los miembros de la junta directiva de la aerolínea de Abu Dhabi rechazaron el plan provisional de rescate de la aerolínea india, Jet Airways.
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