Como parte de los experimentos que realizan los científicos de la NASA para comprender el funcionamiento del universo, el Laboratorio de Átomos Fríos (CAL, por sus siglas en inglés) comenzó a producir átomos ultra helados en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).
La NASA envió su laboratorio a la ISS en mayo de 2018 y ahora está produciendo estos átomos, mejor conocidos como condensados de Bose-Einstein. Estos átomos son enfriados a una temperatura de diez millonésimos por encima de un Kelvin (un Kelvin es equivalente a menos 272.15 grados centígrados) como parte de un experimento para estudiar la microgravedad.
Esta temperatura está sólo por encima de lo que –en teoría– es el cero absoluto, es decir, la temperatura más baja posible, en la que los átomos dejan de tener movimiento.
La razón principal por la que la NASA realiza estos experimentos en la ISS es porque en el espacio los científicos tienen la oportunidad de estudiar los condensados durante un lapso de entre cinco y diez segundos. Mientras tanto, en la Tierra sólo pueden observarlos por milésimas de segundo.
Ésta es la primera vez que se realiza un experimento así en la Estación Espacial Internacional.
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